Las aborrezco cuando dicen "permiiiiiiiiiiso" y dan vuelta su osamenta, apuntando con el culo de araña pollito a un espacio ínfimo entre dos personas sentadas. Nunca tengo el valor para decirles que no entran y quedo amontonada, sosteniendo el libro con los codos pegados al cuerpo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario